Abre convocatoria para el concurso de guiones inéditos que está realizando el Festival de Cine de La Habana. Los requisitos son que el guion debe tener una temática latinoamericana y los participantes deben ser de Latinoamérica o del Caribe. No se aceptarán adaptaciones literarias, sólo guiones originales de ficción. Además, ningún autor podrá participar con más de un guion.
La inscripción es gratuita, sólo se debe enviar una copia digital en formato PDF del guion en idioma español al siguiente correo: habanafest@gmail.com. Las inscripciones estarán abiertas hasta el 15 de agosto de 2025.
Mala Junta es una película chilena estrenada el año 2016, escrita y dirigida por la cineasta Claudia Huaiquimilla, siendo este su primer largometraje. Una ópera prima notable dentro de una industria nacional que se pelea constantemente por encontrar una identidad propia. La directora sitúa la historia en el contexto del conflicto mapuche en el sur del país, lo que enriquece mucho el contenido de la cinta, pero no se trata netamente de eso. Conforma una de las muchas capas de una compleja película que trata sobre la búsqueda de la identidad y pertenencia, por parte de personajes desolados, marginados por su entorno y una sociedad que les ha hecho la vista gorda.
Al comenzar, se nos presenta a Tano, interpretado formidablemente por Andrew Bargsted. Este joven rebelde de la capital es atrapado robando una bomba de bencina, uno de los cuantos conflictos que lleva en su historial. Como castigo, es enviado a vivir con su padre a un pequeño pueblo en la Región de Los Ríos, como un intento de rehabilitación y control judicial. De no mejorar, será enviado al SENAME. En este entorno rural y ajeno, conoce a Cheo, un tímido joven de origen mapuche, interpretado poderosamente por Eliseo Fernández. Este, además de sufrir bullying en el colegio, lucha con las tensiones sociales de la comunidad en la zona. Ambos entablan una amistad aparentemente superficial, pero muy genuina, a la par que luchan contra sus propios problemas personales dentro de un panorama que, si bien no es ajeno, va mucho más allá de su control.
Existe un paralelismo muy interesante entre la trama de Tano con sus padres y el conflicto mapuche con las autoridades y el gobierno del país. A primera vista, parece que no hay un nexo tan significativo, pero se teje con una coherencia interna que construye un poderoso simbolismo. Tano es un adolescente abandonado, marcado por la ausencia de padres que no supieron, o no quisieron hacerse cargo de él. Tiene una herida abierta respecto a su figura paternal, la de verse como un problema, como una carga, como un cacho que nadie quiere asumir. Hay una escena en la que Tano ebrio pelea con su padre, donde le dice: “Llegai, decís lo que querís y después le echai la culpa al pendejo culiao”. Esto es muy potente y cierto, ya que el mal actuar de Tano es producto del entorno hostil en el que ha crecido, donde además se espera que mejore por él solo, cuando es un joven a quien nadie le ha ofrecido una guía para esto.
Algo similar ocurre en la relación de la autoridad estatal y el pueblo mapuche, donde históricamente no se ha ofrecido diálogo ni compañía, sino que imposición, estigmatización y discriminación. Se han despojado territorios, sistemáticamente se han invisibilizado, estereotipado o criminalizado por medios y políticas, ya que el camino fácil es esquivar la vista y culpabilizar. La falta de respuesta y abusos de poder causan violencia como respuesta, lo que siempre tiene un fatal desenlace. La película no es tanto una acusación ante estos problemas, sino más bien un retrato de la situación que le dice al espectador: Esto ocurre, piensa respecto a ello. Se trabaja muy bien esta segunda capa, que va de menos a más, primero mostrando las plantas de celulosa y la deforestación, para que luego el gran estallido de la situación repercuta fuertemente en el destino de los protagonistas.
Volviendo a los personajes, esta película desarrolla mucho el conflicto interno y esto se logra a través de grandes actuaciones de los protagonistas. Bargsted como Tano logra muy bien esta esencia de, como se dice en buen chileno, hacerse el choro, mientras de ocultar que en el fondo es el personaje más dañado. La rabia siempre nace de la pena. Es un personaje al que la vida ha forzado a esconder sus emociones, por lo que, si bien a simple vista no se puede ver, sentimos la vulnerabilidad a través de sus ojos. Por su parte, Eliseo Fernández encapsula un personaje reprimido, pasivo, que oculta mayores emociones, pero a su vez se muestra curioso y resistente a lo que le ocurre. Lidia con la discriminación por su origen y poco a poco, gracias a la influencia de esta “Mala Junta” se va revelando contra su entorno. Esta relación improbable termina siendo muy cercana y es el corazón de la película.
Otro logro de la cinta es la autenticidad de la que goza. Se siente sumamente chilena, se sitúa firmemente en lo local, en el cotidiano del chileno que, desde su particularidad, se vuelve algo muy reconocible y universal. Ya sea desde el lenguaje, la naturalidad con la que se desenvuelven los personajes o los espacios del sur del país que además son parte integral del universo simbólico de la película. Acorde a la situación país de regiones como La Araucanía o Los Ríos, la atmósfera es deprimente, angustiante, y aunque hay varios momentos que genuinamente nos hacen gracia, porque el chileno sabe sonreír al mal tiempo, es poca la luz del sol que sale en el panorama global. El clima es gris, la resignación predomina, esa impotencia de que el esfuerzo por luchar, por salir adelante, siempre termina igual. La cámara en su mayoría es fija, aunque inestable en momentos donde los personajes sufren en silencio. Los espacios se repiten, porque aparentemente no hay salida.
En definitiva, Mala Junta es una clase maestra de cómo aprovechar los recursos que el cine como lenguaje pone a disposición para contar algo más que una historia. Se siente honesta consigo misma, retrata una situación dura de forma concreta y acertada, que te conmueve sin rodeos ni manipulaciones. Esto es así, piensa respecto a ello. Al terminar de verla, tiene un impacto muy poderoso que se da sin necesidad de forzarlo. Además, es destacable como una película que trata sobre la busca de la identidad y pertenencia, tanto de jóvenes como de pueblos originarios socialmente marginados, expone una identidad propia poco desarrollada en la industria fílmica nacional. Ojalá sirva de ejemplo para abrazarla con respeto y orgullo.
La Escuela Universitaria de Artes TAI presenta TAI INCUBA, un programa de incubación y desarrollo para proyectos de largometraje, ya sean de ficción, documentales o películas de carácter experimental. El programa se realizará en Madrid, España y su convocatoria estará abierta hasta el 4 de mayo (23:59, horario de Madrid) de 2025.
Los proyectos elegidos obtendrán un soporte y dedicación total valorado entre 15.000€ y 20.000€ en concepto de asesoramiento, mentorías con profesionales de prestigio, participación en workshops y master classes, uso de medios e instalaciones, así como dotación económica específica para la producción de materiales promocionales (teaser, dossier, brochure,…) y también para costes de inscripción, viajes, alojamientos y dietas necesarios para la asistencia y participación en laboratorios, foros y/o mercados de coproducción internacional.
Los proyectos seleccionados participarán en las diferentes sesiones de mentorías, workshops y master classes entre los meses de mayo y noviembre de 2025.
La convocatoria para la segunda edición de la Residencia de ALGA estará abierta hasta el 24 de abril de 2025 a las 17.00 hrs. de Chile. Esta estará dirigida a cineastas y profesionales audiovisuales de cualquier país de Iberoamérica, así como de España y Portugal que tengan proyectos de largometraje o serie en desarrollo. Las postulaciones se hacen a través del sitio web de ALGA junto a un pago no reembolsable de 25.000 CLP.
La Residencia de ALGA ofrece una estancia en Valdivia de 4 semanas. Durante dicho período, a cada participante se le brindará acompañamiento en el proceso de creación del proyecto seleccionado. El idioma de trabajo será el español.
La Residencia de ALGA cubre además para cada residente:
– Traslado aéreo entre Santiago de Chile y Valdivia, ida y vuelta.
– Traslado local desde y hacia el aeropuerto de Valdivia.
– Alojamiento en Valdivia durante 4 semanas.
– Cuatrocientos mil pesos chilenos (400.000 CLP) de viático.
Se exige que cada residente deberá diseñar, junto con ALGA, una actividad pública de vinculación con la comunidad artística y científica de la ciudad, así como con el público local. La actividad será grabada y posteriormente formará parte de una colección de videos y/o audios, en la que se pondrá a disposición del público un archivo permanente de la Residencia de ALGA.
Desde este martes 1 de abril hasta el lunes 12 de mayo del 2025 (24:00 Hora CDMX) estará abierta la convocatoria para participar de la Residencia Internacional de Guion Cinematográfico en la ciudad de Mérida en Yucatán en México que ofrece CIBEF (Centro Iberoamericano de Estudios de Foto y Cine). El precio para estudiantes extranjeros es de $1,750 USD y para estudiantes mexicanos es de $27,000 MXN.
Qué incluye:
Programa académico compuesto de 10 sesiones de clases y taller.
Clases magistrales.
Almuerzo o lunch durante las sesiones.
Kit de bienvenida CIBEF + patrocinadores.
Acceso a biblioteca física y virtual de CIBEF.
Asesorías posteriores a la Residencia Internacional.
La entrega de resultados será el día lunes 19 de mayo.