*Reseña* El juego de la silla- Dir: Ana Katz.

El Juego de la Silla de Ana Katz es el primer estreno en la pantalla grande de la cineasta y actriz argentina. Lanzada el año 2002, la película cuenta la historia de Víctor, quien lleva años viviendo en Canadá, y por trabajo, puede pasar un día en Buenos Aires con su familia. Su madre y sus tres hermanos lo esperan con ansias, preparando una serie de actividades que provocarán un efecto inesperado. Habiendo revisado parte de la filmografía de Katz, puedo afirmar que esta obra trabaja la mayoría de temáticas y técnicas que iría desarrollando la directora a lo largo de su trayectoria.

Amor y familia son temas fundamentales en este tipo de cine, pero aquí el espectro más poderoso es el de depositar expectativas falsas en otros, basadas en una percepción idealizada. Esto se da principalmente a través del personaje de la madre, quien desde un inicio se muestra muy ansiosa por que todo salga perfecto y a su manera. Moviliza a toda la familia para que compartan la misma emoción y dedicación en el recibimiento de su hermano. Este se nos presenta como un tipo encantador en una particular escena en un avión. Hasta ahí, ¿dónde está el problema? Inicialmente parece ir bien, todos en la familia quieren entregarle o probarle algo a Víctor, quien recibe todo entre risas y abrazos, pero pronto las cosas se tergiversan. La incomodidad aumenta a medida que la noche avanza, a medida que la madre fuerza todo para complacer a Víctor, sin consultar qué es lo que él quiere. Tras una serie de momentos fuera de lugar, todo termina de estallar luego del juego de la silla, donde Víctor está completamente sacado de quicio.

Uno como espectador llega a sentirse muy incómodo en estas situaciones, pero ¿es la madre una antagonista? Diría que no, simplemente es un grupo de personas que no saben relacionarse entre sí, porque no se conocen, aunque crean hacerlo. Viven de una imagen pasada, de expectativas, de tratar de probar su valor a alguien que no han visto hace años. Víctor es un visitante lejano que es recibido como rey cuando solo quiere pasar el tiempo y descansar con su familia, sin expectativas. Por eso se aburre cuando tratan de forzarlo a estar en una dinámica que sabe que no existe, mientras algunos se decepcionan por no recibir de él lo que esperaban.

Lo importante es que la película es consciente de que los personajes no son malos por eso, son humanos; la emoción muchas veces le gana la razón y no todo es tan cuadrado en la vida. Esta familia disfuncional solo busca formas de poder llenar el vacío que genera la ausencia de Víctor, o más allá de Víctor, de una figura paterna. Se nota a kilómetros que la madre es una mujer solitaria y triste, que, si bien es querida por sus hijos, en muchos momentos cada uno toma su camino. Hay cosas que aún no supera o teme, y por eso se aferra al pasado donde tiene el mando del barco, donde se siente valorada. Por eso planea esta velada de juegos aparentemente infantiles, para poder hacer perfecta esa realidad que parece tan lejana.

El tono es especial, ya que se suele categorizar como comedia, pero no es esta comedia que te hace reír a carcajadas, sino que te hace sentir incómodo. No es esta incomodad que causa gracia, es aquella de lo fuera de lugar, que te deja pensando y te llega a molestar, pero eso de alguna manera es porque nos vemos reflejados en algún personaje, o en algo que uno mismo vivió. Por eso se suele decir que estas películas se sienten reales, y es que sí, las dinámicas de personajes son sumamente auténticas y propias de una familia similar a la que todos han conocido. Esto le aporta mucho al drama, ya que cuando quiere, la película logra impactarte brutalmente. Quizás redunde un poquito, pero la conclusión de la película se siente muy real; a pesar de la distancia y diferencias que pueda haber, la familia siempre será la familia, porque ningún vínculo es intrínsecamente tan fuerte. Por eso es que, sin hablar directamente de cómo termina la película, se siente tan reconciliador.

El juego de la silla se puede ver el lunes 24 de marzo a las 16:00 en Cine UC en el marco del seminario “Escritura, comedia y malos entendidos”

Título original: El juego de la silla
Año: 2002
Duración: 93 min.
País: Argentina
Dirección: Ana Katz
Guion: Ana Katz

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